Bici Travesía Desierto de la Tatacoa

Este fue un nublado viernes, el día que empezaríamos nuestra aventura, de un fin de semana que terminaría, con un lunes feriado, momento oportuno para el turismo local, así que seria una fin de semana muy movido, nos trazamos la meta de llegar hasta el Guamo Tolima, este seria el lugar de el primer descanso afrontamos el comienzo del acenso para dejar el altiplano, el Alto de Rosas, como aparente máximo reto en asenso, donde travesamos un bosque de niebla, que le añadió un poco de adrenalina a nuestra aventura, tras superar la cima de la montaña, el descenso nos llevaría a Granada, Subia y Silvania, antes de afrontar el ultimo gran acenso para llegar a Fusagasugá.

Pasando frente a esta pequeña ciudad, encontramos el monumento a Luis Herrera, Lucho Herrera el jardinerito, como se le conoce gracias a sus hazañas deportivas, como ciclista gano la vuelta a España en 1987, ademas de varias victorias de etapa en carreras de gran renombre, esto que lo convirtió, en una leyenda viviente del ciclismo colombiano.

Luego de pasar por Fusagasugá, comenzamos el gran descenso del día, pasando muy rápido por Chinauta, y entramos al Boquerón, un fuerte descenso con muchas curvas, que se extiende por varios kilómetros, después de ello, nos encontramos con un punto curioso de la carretera que lleva a Melgar y Girardot, sitios famosos de vacaciones en Bogotá, la nariz del diablo.

Este famoso punto de la carretera, junto al Rio Sumapaz, es el limite entre los departamentos de Cundinamarca y Tolima, solo en bici puedes darte el gusto, de parar a tomarte decenas de fotos, en esta curiosa adaptación, donde se buscaba no afectar aun mas la montaña, en la construcción de la carretera, dejando que esta formación rocosa sobresalga en la carretera.

De esta manera, llegamos a la altura de el clima tropical, aquí empezó el calor, aunque ya entada la tarde la brisa hizo muy amena la ultima parte de la pedaleada, primero pasamos junto a Melgar y luego por Girardot, donde la noche nos alcanzó, así que nos detuvimos a encender las luces y colocar los reflectivos, luego nos encaminamos a el Espinal, donde tuvimos que solucionar un pinchaso en la bici de Charly y tal vez debido a esto, perdimos el camino por un par de kilómetros así que tuvimos que volver sobre nuestros pedaleos.

El resto de el camino fue rápido y tranquilo, llegamos a El Guamo, y luego de asegurar las habitaciones de el Hotel, fuimos adentro de el pueblo, para llenarnos de comida, en la panadería mas notable, sobre la carretera, donde ademas había mucho movimiento, a pesar de ser mas de las Nueve de la noche, luego de comer mucho, volvimos al hotel y a dormir.